lunes, 6 de junio de 2011

Una mirada a nuestra vida 1

Desde la cama puedo ver como en el horizonte empieza a asomar una claridad anaranjada que señala el comienzo de un nuevo día y una sensación de alegría y gratitud inunda mi ser hasta los más recónditos confines de mi existencia.

Levantarse de la cama es algo maravilloso, pasamos de un estado de reposo y de descanso a un estado bastante diferente de movimiento y de ocupación. Uno siente de forma natural la sangre recorrer el cuerpo con mayor ligereza y también siente como músculos y tendones se despiertan estirándose y encogiéndose con una gran flexibilidad.

Pasar al servicio es un gran desahogo, evacuar los desechos del día anterior y refrescarse la cara con agua fresca que baja de las montañas es una bendición. En esos momentos hay un gran silencio y a veces se oye con mucha claridad alguna respuesta que viene de esa mente meditativa que está siempre al acecho de cualquier pregunta que quedó en el aire.

Me gusta salir a la calle y saludar al día, a los cientos de pájaros que hablan de sus cosas, a las ranas que croan en el pequeño estanque enfrente de la casa, una perra y una gata esperan en la puerta para saludarme y pedirme el desayuno, mientras observo miles de flores con sus pétalos caídos esperando los rayos del sol para levantarse envueltas en el rocío de la mañana.

Observo el cielo, las nubes, la brisa y todo ello me habla del tiempo que puede haber a lo largo del día. Aquí en plena montaña, el tiempo puede cambiar varias veces en un solo día dependiendo de la estación del año, ahora en primavera y sin mucho viento todo es bastante predecible.

Viviendo de esta manera uno es el hombre del tiempo, el médico, el amigo, el panadero, el frutero y un sinfín de profesiones que hacen de la vida algo real, donde uno sabe lo que cuestan las cosas y el verdadero sabor que tienen. Encontrar esta forma de vivir es haber encontrado el cielo.

Después de tomarme un zumo de naranja suelo caminar dejando fluir mis sentidos sin dirección alguna como invitando a descubrir lo que la vida quiera mostrarme y es sencillamente hermoso ver como cada día me sorprende. En esta caminata suelo sentarme a ver cómo surge el sol entre las montañas y clava sus rayos durante un instante sobre mis pupilas.

De vuelta a casa doy de desayunar a los animales y luego desayuno yo. A partir de ahí lo que hago es un misterio que ni yo mismo sé y que no tengo ninguna intención de saber, además es algo que va cambiando con el curso de los tiempos.

Últimamente la perra y yo nos vamos a la garganta, es una caminata de una media hora monte abajo. Pasamos por bosques de robles, saludamos a las cabras que van monte arriba buscando comida y saludamos a las vacas mientras pastan en los prados. Esta primavera la garganta baja con muchísima agua y hay que tener cuidado al pasar por ella o tratar de cruzarla.

Me gusta caminar por la garganta y bañarme en sus pozas y cascadas, siento el agua como abraza mi cuerpo desnudo y percibo que la hermosura de la vida está en cada instante, en esos instantes donde no existe el tiempo, donde no hay propósito o un plan que llevar a cabo. Paso largos ratos observando y sintiendo las luces y las sombras, los reflejos del agua, el sonido de agua chocar contra las rocas en su precipitada huida hacia el valle, veo los peces juguetear mientras una culebra sube por un tronco viejo y hueco.

El otro día me dormí desnudo sobre una roca mientras sentía su corazón latir y miraba el cielo azul, y al despertar tenía una culebra sobre mi estómago, una lagartija en una mano y una mariposa azul en la nariz. ¿Os imagináis?

Dependiendo del día, puede que gran parte del día lo dedique a lo ajeno, a atender las voces que llegan del prójimo, no porque yo sea un predicador o alguien que puede ayudar a los demás, sino porque siento que uno es responsable por aquello que es capaz de observar.

Por las noches, al acostarme siento que todo vuelve al reposo, que todas aquellas impresiones acumuladas durante el día han de ser conscientes de sí mismas para convertirse en un espacio libre, entonces la noche es un descanso que dura una eternidad. Es igual dormir o no dormir, soñar o no soñar, todo es como ha de ser, y uno agradece lo que es sin necesidad de cambiarlo.



12 comentarios:

  1. Estaba fluyendo y sintiendo el texto, cuando llega el punto de la culebra, la mariposa, y una carcajada me ha devuelto a la realidad...
    Formabas parte del paisaje!!! jajaja... :-)
    ¿sabes? al acabar el texto he pensado : he encontrado una persona que habla y escucha con el corazón.
    Alguien (muchos) pueden pensar ¿y qué sentido tiene, que finalidad?
    Otra :-) bien grande....
    Gracias.

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  2. Hola Mª Carmen,

    Lo más curioso de esta vida es que se puede vivir sin sentido ni finalidad, únicamente fluyendo con la naturaleza y sobretodo, como tu muy bien haces... sonriendo.

    Gracias a ti y un abrazo.

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  3. Eso es vivir con esta magnífica Vida que tenemos en este maravilloso planeta!! Sin que la mente "ruidosa" y "quejosa" se entrometa en el fluir mágico de la Vida....

    Gracias por plasmar esa vivencia Goyo!

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  4. Esa es la forma en que me gustaría que mi existencia se diera. Los días de sol traerían una fiesta de mil colores brillando en una eterna sinfonía de diferentes tonalidades, la luz bailando en torno a mi. Los de lluvia, viento, granizo y tormenta sentiría el imponente poder de la naturaleza desplegándose a mi alrededor, como una energía desatada, igual a la de dos amantes entregándose sin medida, sin condiciones, sin miedo, conscientes de esa inmensa fuerza que nada ni nadie puede parar, ni dañar. Saber que estoy inmersa en esto que llamamos Universo y que solo soy una parte sin ningún protagonismo, en medio de todo ello. Levantarme por la mañana y sentirme libre de esa carcel que suponen mis pequeños y mezquinos deseos personales, libre de limitar mi afecto a unos pocos, libre para abarcarlo todo, todos los seres vivos, toda la naturaleza......

    Vivir percibiendo la hermosura de la vida en cada instante sin que exista el tiempo, sin un propósito, sin un plan determinado, eso es VIVIR en mayúsculas.

    Inma

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  5. Hola Gorka,

    A veces se nos olvida que la vida está delante de nuestros ojos, en nuestros silencios, en el mirar, en nuestra relación con la naturaleza, en la sencillez... y sobretodo en el gozo de sentirlo todo.

    Un abrazo hermano

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  6. Hola Preciosa Inma,

    Tu reflexión me hace preguntar dos cuestiones: ¿Hasta qué punto tu vida no es igual que esa forma de vida que has descrito? o ¿qué impide que tu vida sea así como sientes que debería ser?. Estas serían preguntas para que uno mismo las responda en su silencio interior.

    Un dulce abrazo.

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  7. Lo único que impide que mi vida sea así, soy yo misma. La oruga se arrastra hasta llegar a un lugar resguardado y allí se transforma en crísalida. En este estado no se alimenta, sufre grandes cambios metabólicos y morfológicos despues de un tiempo la mariposa adulta sale rompiendo el esqueleto externo de la crisálida,simple pero hermosa, bella,llena de color, sin nada ya que le impida volar, a eso se le llama metamorfosis.

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  8. Adorable Inma,

    Siempre tan expresiva y certera. Deberias hacer un blog y dejar que gozaramos de tus observaciones. Muchos te lo agradeceriamos.

    Únicamente apuntar que la metamorfosis no es consciente de si misma, no necesita saber cómo va el cambio, o hacia donde, lo importante es hacerlo con honestidad y pasión.

    Un millón de flores para una nube que mira el campo con ternura... para ti, mujer y tormenta!!

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  9. Es igual dormir o no dormir, soñar o no soñar, todo es como ha de ser, y uno agradece lo que es sin necesidad de cambiarlo.

    Bueno yo no cambiaria algo tan idílico, es lógico que no haya necesidad de cambiarlo, para eso esta la jubilacion. Pero lo que realmente da la exacta medida del agradecimiento a la vida es cuando pasamos del idilio y los paisajes deslumbrantes, algo sencillo de degustar, repito cuando pasamos a la decadencia, la enfermedad y la muerte, el caos, No solo de Eros vive el hombre, tambien tanatos esta presente.

    Esta seguro Goyo? que es igual dormir o no dormir, soñar o no soñar, todo es como ha de ser, y uno agradece lo que es sin necesidad de cambiarlo.

    Yo te aseguro que en mi caso.."No".

    Juan_Ma_"No"

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  10. Hola Juan,

    Yo no veo nada idilico en ello, es mi forma de vivir y es algo real. Por eso me ha parecido interesante mostrar un poquito de mi vida práctica. Compararlo con tu vida no tiene sentido, simplemente es diferente. Quizás cada uno vivimos en cierta manera como deseamos.

    Cuando uno vive así no vive deseando psicológicamente, no hay nada que desear, no hay nada que te falte, uno está atento cuando duerme o cuando no duerme, cuando camina o cuando está parado... no hay una preferencia.

    ¿Porque tenemos que esperar a la jubilación para vivir así o de otra forma que uno considere oportuno? En un momento de mi vida me plantee vivir de otra forma y ya llevo viviendo así cuatro años.

    Un abrazo Juan Ma y gracias por tu comentario.

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  11. Cómo mola esta entrada... me llama la atención que esta vez está escrita en primera persona singular y no plural, es genial. no generalizas, no intelectualizas, simplemente compartes algo de tu vida. a mi, me llega mucho más, te noto más auténtico. un cariñoso abrazo

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  12. Hola Hilde Sofía,

    Antes que nada, darte las gracias por leer estas reflexiones que se hacen en voz alta para quien las quiera escuchar en su intimidad con plena libertad.

    Por lo visto te has identificado con esta entrada mas que con las que suelo generalizar e intelectualizar y eso te llega mucho más porque para tí soy más auténtico.

    Sinceramente en este comentario que haces no sé si hay algo autentico, algo de ti.

    Permiteme aclarar que no pretendo ser auténtico, no pretendo ni siquiera llegar a nadie, y con menos razón a los que se consideran mis amigos.... si eso es lo que entiendes de estos escritos creo que andas algo perdida, como cuando una persona está sobre terreno desconocido.

    Estas reflexiones, diálogos con uno mismo, son un regalo para quienes viven en su interior y no son capaces de comunicar o expresar sus dudas, sus sufrimientos, sus locuras, etc. Son una forma de mostrar que podemos salir de nuestro caparazón sin complejos y aprender a ser vulnerables, a ser dañados, e incluso a ser destruidos si es necesario.

    No intento enseñar nada, no pretendo que esto tenga un efecto sobre alguien, no es mi intención crear más imagenes... más bien todo esto se hace con una actitud y unas ganas inmensas de aprender, de amar, de ser.

    Son muchas las presiones que ejerce nuestro medio, nuestras circunstancias sociales, para que continuemos como siempre, en ese estado burgues de atontamiento donde nada tiene sentido, pero lo que realmente nos presiona para que nada cambie es nuestra propia mente, nuestra identificaciones y nuestros juicios y prejuicios.

    Siento ser tan breve pero hay veces que las palabras se terminan y ya solo queda uno mismo con su silencio.

    Un cariñoso abrazo y un dulce adios de primavera.

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