
Vivimos en un mundo
de ficción, un mundo imaginario, con un personaje que es una imagen que nos
hemos creado de nosotros mismos para encontrar el afecto o el aprecio de los
demás. Finalmente si conseguimos algún tipo de aprecio, o de aliento, con los
comentarios que nos hacen los amigos, quien lo consigue es nuestro personaje y
nosotros en el fondo seguiremos siendo seres más bien solitarios, sin
verdaderas relaciones y sin verdaderos amigos, frágiles y temerosos de la vida
real y de lo que somos.
¿Acaso no es
infantil y poco maduro estar continuamente compartiendo citas de otros cuando
uno en realidad no aporta nada de sí mismo? Uno acaba convirtiéndose en un
escaparate, en una imagen virtual y en algo puramente superficial.

En realidad el
mundo está como está, donde suceden una infinidad de hechos surrealistas,
porque hay demasiados personajes tratando de compartir o imponer su ficción o
su imaginación a los demás.
¿Qué estamos
haciendo con la vida? La vida es contacto, la vida es relación, la vida tiene
un profundo sentido de lo real y sin embargo día a día con nuestra manera de
usar los móviles y los ordenadores la estamos despreciando y nos estamos
alejando de ella.
Los seres humanos
tenemos muchos problemas que resolver, tenemos mucho de qué hablar para darnos
cuenta de las falsedades que subyacen en nuestra educación, y para ello
necesitamos despertar nuestros sentidos y aprender a observarnos y a
escucharnos de forma real.
Cada día somos más
y más dependientes de los móviles, del whatsapp, del facebook, y porque
queremos sentirnos unidos a otras personas nos conectamos de forma casi continua cuando vamos en el
metro, en el autobús, cuando estamos en casa, cuando estamos de viaje, cuando
estamos solos o acompañados.

¿Podemos darnos
cuenta del personaje que somos y darnos la oportunidad de ser reales? Un ser
real no necesita un personaje, salvo para cuestiones formales, ni necesita
estar conectado con otros personajes. Un ser real necesita estar en
comunicación con otros seres reales para compartir una vida con afecto donde
poder desarrollarse y madurar.
No se trata, ni se
pretende, ir contra la tecnología. En la medida en que las máquinas se desarrollan
los seres humanos también necesitamos desarrollarnos para hacer un uso adecuado
de ellas, pero si las máquinas se desarrollan y nosotros no maduramos,
acabaremos sucumbiendo o convirtiéndonos en máquinas y quizás la mayor señal de
ello es ese personaje de ficción que tratamos de ser a toda costa.
Observemos y
hagamos conscientes el uso que estamos haciendo de las redes sociales y de los
teléfonos móviles, pongamos atención a lo que nos motiva o lo que pretendemos
compartiendo esas citas o artículos de otros, veamos si realmente tenemos
amigos o son solo espectros con los que sentirnos unidos, y cuando hayamos
visto con detenimiento lo que estamos haciendo podemos ver a donde nos va a
llevar todo eso y cuál es el precio que estamos pagando por mantener dicho
personaje, entonces podemos plantearnos si merece la pena permitir que el
personaje siga condicionado nuestra vida real.

Permítete ser real,
dar besos reales y deja de enviar símbolos que no tienen apenas valor alguno salvo
el de potenciar el sentimentalismo y crear un mayor conflicto al que ya existe.
Buena reflexión, sin caer en descalificaciones, sobre el uso que hacemos de estas nuevas tecnologías.
ResponderEliminarEl personaje en las redes sociales nos permite ser, aquello que nos gustaría ser, sin correr los riesgos que corre el personaje que se nos asigna al nacer. El primero, se vive sin sobresaltos, todo bajo control, perfectamente diseñado y a la medida exacta de la imagen deseada. Por el contrario, el segundo, se ve expuesto a circunstancias incómodas e inesperados acontecimientos que la vida nos trae dejándonos, obstinadamente a menudo, “con el culo al aire”.
Últimamente circula mucho la idea de que tenemos que descubrir quienes somos realmente. Quizás estaría bien, para empezar, descubrir quiénes no somos. Estaría bien dejar de tener ideas acerca de nosotros mismos y en ese espacio liberado, sin escudos ni blindajes, permitirnos jugar con la realidad, tocarnos y tocar a otros seres humanos, ya sea en Face Book o comprando melocotones en la tienda.
Gracias Inma por participar en esta reflexión,
EliminarPienso que el personaje que tenemos en las redes sociales esta hecho a imagen y semejanza del personaje que tenemos en la vida cotidiana. En principio, como tú dices, parece como que el personaje de las redes sociales se siente más seguro o está más protegido porque se diseña rodeado de amigos que, como uno mismo, participan de un personaje con ideas o valores similares, pero lo cierto es que en las redes sociales estamos expuestos a todo tipo de atropellos, violaciones, estafas y manipulaciones como en la vida cotidiana. Además siempre puede ocurrir que alguien te hace un comentario que te deja con el culo al aire ante todos tus amigos, lo que te sienta tan fatal como en la vida cotidiana. De hecho esta reflexión ha sentado realmente muy mal a bastantes personas que se han sentido identificadas como si el articulo lo hubiese escrito para ellas, cuando en realidad es un cuestionamiento propio.
Es muy interesante lo que apuntas sobre que el conocimiento de uno mismo quizás solo sea conocer lo que realmente no somos, todo ese artificio que hemos creado alrededor de nosotros mismos y en nuestro interior.
Un abrazo, cielo.
no me parece tu reflexion valida. soy una mujer integra y en el fb logro que asi se vea. no tengo personajes para representar. precisamente ese es el reto SER en cualquier momento,pagina o lo que sea. SER depende de ti nada mas.
ResponderEliminar¿Como puede una persona decirse a si misma que es integra, eso seria cimo pensar que uno es Napoleon? Una persona integra, al igual que una persona humilde, ni siquiera lo sabe, porque de lo contrario seria orgullosa y arrogante.
EliminarPor lo que parece tu personaje trata de ser integro ante los demas y cree haberlo logrado y como yono voy a ser quien no de por valida ni tu integridad ni tu personaje, permiteme decirte que tu verdadera integridad esta en ese ser humano que eres, que no necesita demostrar nada, ni aparentar nada. Es curioso como llegamos a identificarnos tanto con el personaje y sus posibilidades, que anulamos al ser natural que hay en nosotros con tal de tener algun adjetivo calificativo que nos muestre. SER y TENER no son mas simples expresiones del condicionamiento humano.
Por mi parte si doy por valido tu comentario, me ha parecido muy integro e interesante y muestra con gran acierto una vez mas de aquello que hablaba en este breve reflexion.
Un abrazo, corazon.