viernes, 27 de enero de 2012

Jugar a matar


Es impresionante ver a jóvenes o mayores disfrutar jugando con los ordenadores o en los monitores de televisión a matar personas, juegos de guerra que tienen una gran aceptación y que se pueden jugar individualmente en tu casa o puedes optar por jugar online formando grupos desde cualquier parte de la tierra.

Estos juegos de guerra se desarrollan en escenarios muy realistas y tanto las ciudades como las personas y la manera de morir ensangrentados está bastante conseguido. En estos juegos disparas con diferentes tipos de armas y compites por matar un mayor número de soldados en un tiempo determinado.

Cuando yo era joven ya se cuestionaban los juguetes bélicos y los padres estuvieron un tiempo concienciados sobre la brutalidad y la falta de valores al incitar a los niños a jugar a la guerra o a matar a otro ser humano. En esa época no consumir juegos bélicos era de personas cultas, sensibles o al menos concienciadas con un desarrollo más saludable de los niños.

Hoy en día el consumo ha ganado en la carrera bélica y en muchos hogares los niños, e incluso adultos, se pasan horas y horas jugando a matar y lo curioso es que el padre es budista o cristiano o ejercita la meditación o está en las asambleas del 15M o está en el comité contra la violencia de género. Es como si viviéramos en una contradicción tan burda y fuera de todo sentido común que ya todo vale. ¿Cómo podemos manifestarnos por acontecimientos violentos y luego permitir a nuestro hijo o incluso nosotros mismos, jugar a matar, acaso matar es un juego?

Acabar con la vida de alguien es lo más irracional que ha hecho el ser humano, es como inventar la posibilidad de que nos maten, es algo estúpido, producto de una mente enferma e insensible.

Todos los días podemos ver en televisión como mueren mujeres a manos de sus esposos, como mueren personas en accidentes de tráfico, como mueren personas en catástrofes, como mueren personas en atentados, como mueren personas de enfermedades, como mueren personas en las guerras. Morir tiene una significación importante en toda vida y nadie debería jugar con ello.

¿Cómo puede un ser humano ni siquiera plantearse el matar a otro ser humano? ¿Cómo puede un ser humano permitir, colaborar o consentir el matar a otro ser humano, aunque solo sea en un estúpido juego?

¿Por qué no jugamos a intentar salvar vidas o intentar mejorar la vida del prójimo? ¿Por qué mientras unos seres humanos se apasionan en mejorar la condición humana, sin embargo otros se afanan en destruirla?

Necesitamos ser conscientes que matar seres humanos no es un juego, que al jugar a matar seres humanos nuestra mente aprende sin distinguir la realidad de la ficción y que en definitiva ello nos insensibiliza y nos convierte en seres profundamente aislados y violentos. 

5 comentarios:

  1. Hola Goyo,

    Te preguntas "¿Por qué mientras unos seres humanos se apasionan en mejorar la condición humana, sin embargo otros se afanan en destruirla?". Siendo como somos todos seres creados a partir de la misma esencia, absolutamente iguales en nuestro potencial, entiendo que la respuesta a eso estaría en los diferentes grados de conciencia. Cuanto más oscura y densa sea esta, más incongruencias se manifestaran en nuestra vida.

    No importa que seamos budistas o ferreos defensores de los derechos humanos (¿somos todo eso desde la claridad o desde la confusión mental?). Si sentimos rabia, impotencia, rencor o nos sentimos incómodos, fuera de lugar, reprimidos, estos juegos serviran, como vía de escape, para arremeter contra tanta frustración, cuya mayor o menor medida dependerá, de hasta donde seamos capaces de reconocer y admitir en nosotros, estas emociones.

    La mente es un instrumento formidable, valioso y práctico pero molesto e incluso dañino, si no le acompañan las cualidades del corazón. Cuando los dos caminan juntos de la mano, en la misma dirección y al mismo paso, surge de esa unión el entendimiento perfecto, la sabiduría y claro esta, el amor en su máxima expresión. Es entonces cuando se revela la pureza de nuestro ser, la mente ya no tiene poder sobre nosotros para enredarnos, por lo tanto dejamos de vivir en la confusión.

    Es desde esa quietud donde nos transformamos en seres amorosos, unidos a todo e incapaces de hacer daño o cometer atrocidades,ni siquiera, "jugando".

    Inma.

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  2. Hola Inma,

    No creo mucho en eso de diferentes grados de conciencia. La conciencia para mi es algo así como un espacio psiquico de una gran utilidad, siempre que se mantenga limpio, pero cuando está lleno de ideas, valores, identificaciones, prejuicios, hábitos, entonces nos convierte en burros que giran en una noria tras alguna recompensa. Diferentes grados de conciencia sería como diferentes tipos de burros.

    La cuestión es si podemos ver en nuestra conciencia como permitimos jugar a matar seres humanos, en los vídeo juegos, en las películas, en las telenovelas, cuando criticamos o maldecimos, etc. ¿Cómo se nos ha ocurrido, o se nos ocurre, ni siquiera pensar en ello?

    Creo que detrás de esa barbaridad ha de haber un sentimiento de miedo enorme.

    Un abrazo

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  3. Hola Goyo,

    Yo creo que al margen de las límitaciones del leguaje, que pueden dar pie a varias interpretaciones, estamos diciendo, básicamente, lo mismo.

    Inma

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  4. Hola Inma,

    El lenguaje en si mismo es una interpretación, es una forma de expresar lo que se observa o lo que se piensa. A pesar de la limitación del lenguaje, en él no hay contradicción sino se confunde la palabra con la realidad que trata de expresar. Hoy en día llegamos a utilizar palabras que ni siquiera tienen una realidad objetiva con lo que la palabra ha sustituido a la realidad misma. Esto que suena como algo teórico tiene una relevancia importante en nuestras vidas pues podemos perseguir el logro de la felicidad sin saber lo que es, o podemos hablar de amor sin comprender su significado, o simplemente podemos hablar de la amistad como algo puramente superficial.

    En estas reflexiones sobre el Amor a la Verdad no es una cuestión de decir lo mismo, o en ponerse de acuerdo, sino de realizar observaciones, de profundizar en ellas, de dudar de lo que creemos saber, y permitir que haya una mayor claridad en nuestra percepción.

    Seguramente ambos hemos dicho cosas muy parecidas o quizás no... eso nunca se sabe. Lo importante es ser sensible a la realidad que está delante de nuestros ojos y poder relacionarnos con ella sin necesidad de sentirnos separados de ella.

    Un abrazo.

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  5. Si Goyo, dudar lo que creemos saber, esta intimamente ligado a la humildad. Las palabras como tu dices siempre se quedan cortas e insuficientes e incluso pueden ser utilizadas como trampa para quien sabe manejarlas (como los políticos, sin ir más lejos).

    Lo importante, como tu dices, es ser sensibles a la realidad que esta delante de nuestros ojos y con la que dificilmente nos podemos relacionar, ya que, en muchas ocasiones, ni la vemos.

    Inma

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