lunes, 21 de enero de 2019

¿Cuál es la mejor forma de vivir?

En general pocas personas se plantean vivir de un modo correcto, saludable, lleno de afecto y sensibilidad hacia uno mismo y los demás, sino que nos proponemos mejorar nuestras condiciones actuales dentro de las posibilidades que nos ofrece la sociedad: obtener el trabajo que no tenemos, aumentar el nivel salarial, adquirir una nueva casa, lograr una relación estable, conseguir más y mejores amigos o que nos toque la lotería.

De alguna forma desearíamos vivir con las menores molestias posibles, siendo felices sin que nadie o nada nos perturbe, nos gustaría vivir cómodamente y sin esfuerzo alguno, ser queridos o apreciados por todo el mundo y disfrutar de todos las placeres que tiene la vida. Está claro que no caemos en la cuenta de que nuestra manera de plantearnos la vida es lo que nos hace tener complicaciones, enfrentarnos a situaciones que acaban haciéndonos daño y estar viviendo de un modo desorientado e inconsciente.

Las personas interesadas en descubrir un modo de vivir correcto han de comenzar por comprender la realidad tal y como es. Estamos demasiado condicionados a ver y a relacionarnos con la realidad según la educación que hemos recibido y pocas personas se han cuestionado que dicha formación solo ha logrado convertirnos en esclavos sociales: trabajadores, soldados o creyentes.

Observar un árbol, y verlo como lo que es, tiene su importancia. Sin embargo, si lo vemos como un ornamento o como si fuera madera con la que calentarnos, entonces no estaríamos viendo su realidad. Un árbol es un ser vivo que al igual que nosotros está procurando subsistir, por tanto en la percepción del árbol surge un profundo respeto, admiración y amor por el mismo hasta el punto de darnos cuenta que sin los árboles difícilmente podríamos haber subsistido los seres humanos. Del mismo modo, cuando vemos un animal podemos estar viendo a un ser con el que compartimos la vida o podemos estar viendo carne. Las circunstancias pueden llevarnos a necesitar talar un árbol para calentarnos o a matar a un animal para alimentarnos, pero cuando no lo hacemos por necesidad sino por deseo entonces perdemos la sensibilidad y aprendemos a vivir de una forma violenta y desordenada que no se justifica de ningún modo.

Así mismo, cuando miramos a otro ser humano podemos estar viendo una oportunidad de aprovecharnos de alguien para cubrir nuestras carencias materiales o psicológicas, o podemos estar viéndonos a nosotros mismos, lo que supone sentirnos profundamente en relación con él.

Ver las cosas tal cual son no es tarea fácil debido al profundo condicionamiento mental en el que estamos sumergidos. No distinguimos entre los hechos que suceden en la realidad y las ilusiones que proyectamos en dicha realidad. Por esa razón no distinguimos entre las necesidades que inevitablemente hemos de satisfacer y los deseos innecesarios que nos conducen a insensibilizarnos, embrutecernos y enfermarnos.

No sabemos qué es vivir correctamente, pero está en nuestra mano descubrirlo, para ello es preciso percibir correctamente la realidad y no utilizar la imaginación salvo cuando sea necesario. Cuando dejamos a un lado toda creencia, ilusión, esperanza o deseo al observar falso lo que antes pensábamos verdadero, entonces estaremos viviendo de un modo correcto. Descubrir lo falso, ver la profunda ignorancia del egoísmo humano, es una acción inteligente que despierta una compasión en el corazón humano que le hace vivir y relacionarse de un modo correcto. La inteligencia no forma parte de nuestro mundo personal. Pueden existir personas con más o menos conocimientos, capaces de desarrollar nuevas tecnologías, pero ningún conocimiento pondrá orden en la vida de los seres humanos. Únicamente cuando la persona se da cuenta de su propia limitación surge esa inteligencia no personal que es capaz de traer orden a la realidad. Esa inteligencia nunca estará al servicio del egoísmo sino que forma parte de esa vida que a los seres humanos nos cuesta tanto sentir y apreciar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario