jueves, 11 de agosto de 2011

El Ahora

El ahora es el momento presente. La verdad es que solo existe el momento presente porque cualquier otro momento pasado o futuro solo tiene existencia en el pensamiento.

Sin embargo nuestras actitudes ante la vida cotidiana muestran que tanto el pasado como el futuro tienen una gran relevancia y hasta tal punto que prácticamente el presente solo es un paso, o un medio, entre ese pasado que nos dejó una impresión y ese futuro donde la impresión ha de disolverse.

Podemos decir que solo existe el ahora pero lo cierto es que vivimos sin ni siquiera saberlo, sin darnos cuenta de su importancia, sin percibir lo que está sucediendo.

¿Por qué tiene tanta importancia el pasado?, quizás porque ocurrió algo que nos dejó una impresión, una marca, una señal, una herida, una imagen, con el propósito de volverla a experimentar o con el propósito de no volver a encontrarnos con ella. Ese movimiento de querer encontrarnos de nuevo con la sensación es lo que determina el futuro.

En este sentido el ahora solo tiene importancia en el hecho de poder reconocer aquello tras lo cual voy o tras lo cual huyo, es como una ventana que me indica la dirección hacia donde me dirijo. Cuando lo que me está diciendo es lo que voy a cocinar, o al trabajo donde he de ir, o si tengo que ir a buscar a los niños al colegio, entonces ese tiempo tiene una importancia vital, muy diferente sería que me dijera que busque el placer, el poder, la felicidad o el amor.

Somos como máquinas programadas, apenas tenemos posibilidad de pararnos a percibir el paisaje, el entorno en el que vivimos, ser conscientes del aire que respiramos, mirar a las gentes con curiosidad, gozar de esa sensación de ser seres vivos en relación, sentir que formamos parte de un todo indivisible de inmensa belleza.

En el ahora se despliega la existencia, la vida se muestra con toda su profundidad, es ´lo que es´ en movimiento.

Cualquier cosa que tengamos que resolver, cualquier peligro o problema ha de ser visto y resuelto en el ahora. Uno puede posponer las cosas para otro momento más propicio pero eso lo único que consigue es matar el tiempo, engañarse a sí mismo, huir de hacer frente a lo que irremediablemente uno tiene que hacer frente.

Si nos fijamos en las respuestas que damos, en relación con lo cotidiano, podemos ver si tienen o no tiene continuidad en el tiempo. Por ejemplo invertir en bolsa tiene una continuidad en el tiempo, insultar a alguien lo mismo, hacer algo con un fin o la búsqueda de algo son maneras de vivir en el tiempo.

Tener creencias, opiniones, conclusiones, ideas, son formas de vivir en un tiempo psicológico donde queda determinada la respuesta futura por todas esas ideas que hemos acumulado en el pasado.

Uno puede decir que solo existe el ahora pero si su vida es una vida basada en el tiempo psicológico, entonces dicha afirmación no tiene ningún sentido. Es como decir que la libertad es hermosa cuando se vive esclavo o que el amor es la unión con todo mientras uno está separado de todo.

La única forma de contactar con el ahora es la observación. Dicha observación no puede ser dirigida ni utilizarse como un medio para conseguir un fin y por consiguiente no hay deseo, no hay juicio. En dicha observación no hay separación alguna.

¿De qué sirve afirmar que solo existe el ahora si uno no vive en ese ahora?

¿Qué sentido tiene afirmar cosas que no vivimos?, es como jugar con ideas que nunca alcanzarán a tocar la verdad.


4 comentarios:

  1. "Vivir el ahora" con mucha frecuencia se queda en algo puramente intelectual. "El ahora" no se hace presente en nuestras vidas porque continuamos viviendo desde nuestra mente, siempre tan ocupa viajando al pasado para encontrar razones, ideas, sensaciones etc, para acto seguido salir corriendo hacia el futuro, planeándolo todo con sumo cuidado, sin dejar nada al azar, atando cabos.

    Realmente resulta díficil plantar cara a tanta actividad, tanta energía arrolladora y por si ello fuera poco, también da mucho miedo enfrentarse con lo desconocido. Sabemos muy poco del presente, ese terreno apenas transitado, hemos aprendido a pasar de puntillas por el como algo inevitable que se interpone entre nosotros y nuestro maravilloso y perfecto futuro.

    Si fueramos capaces de enfocar nuestra conciencia hacia el interior, llegar hasta el punto más pequeño de nuestra manifestación física, diluirnos por completo para desde ahí sentir la energía que somos y que nos conecta con todo, entonces es cuando verdaderamente sentiriamos el "ahora" como lo único que hay, sin tiempo, sin espacio, solo conciencia.

    Un abrazo querido amigo,

    Inma

    ResponderEliminar
  2. En la interrupción del tiempo psicológico aparece el presente, pura eternidad...imposible saberlo sólo se lo vive.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la entrada Goyo!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar