Este fin de semana pasado se ha celebrado el
tercer encuentro en Bilbao de amigos de la enseñanza de krishnamurti en ese
hermoso paraje de Getxo donde se ubica el Convento de las Reparadoras. Lugar de
grandes y amplias avenidas repletas de jardines con casas a modo de palacetes y
con un paseo marítimo de varios kilómetros donde hemos podido disfrutar de unas
amplias vistas de la ría de Bilbao.
Este tipo de encuentros es una bendición para
aquellas personas serias que se interesan verdaderamente por sí mismos y en
definitiva por el ser humano. Y aunque parezca que son intrascendentes, que no
afectan y que incluso remueven nuestro malestar, la realidad que uno percibe
con el tiempo es que las personas adquieren una cualidad humana preciosa que
les hace estar más cerca de los demás, se hacen personas menos influenciables
por este medio social depredador, son personas que aprenden a escuchar y
compartir los problemas humanos y que adquieren un cierto sentido de
responsabilidad.
En estos encuentros no hay autoridad alguna. El
encuentro es organizado por personas que participan de igual modo en los
diálogos y que prestan su apoyo por si surge alguna cuestión logística. Este
encuentro no tiene un tema concreto y los diálogos comienzan con la lectura de
algún texto de K. Los asuntos a tratar pueden ser planteados por cualquier
participante y el objetivo de ellos es observar juntos la condición humana.
Este encuentro no se hace en base a una idea o
ideología, o a una creencia, o una filosofía determinada, y por esa razón nos
exponemos en mayor medida porque no nos podemos agarrar a nada para
justificarnos.
No es fácil comentar un encuentro de este estilo
que se basa principalmente en dialogar al respecto de los problemas humanos,
bien sean personales o del mundo entero, pero lo cierto es que son asuntos tan
sensibles que más bien parece un atrevimiento el participar en él sin crear un
conflicto mayor del que ya tenemos.
Cada persona percibe la realidad a su manera,
unas personas se fijan en unos aspectos que creen importantes y otras personas
son más sensibles a otros aspectos diferentes. Por esa razón este comentario
que estoy realizando no tiene más valor que una percepción subjetiva y limitada
del encuentro.
Aunque en principio la asistencia ha sido
numerosa, alrededor de quince personas, los diálogos se han desarrollado con bastante
fluidez y con mucha pasión, a la vez que han surgido momentos extraordinarios
de un profundo y misterioso silencio.
Como es habitual en estos encuentros las
personas conviven durante un fin de semana y se pasan prácticamente las horas
charlando bien sea en el grupo de dialogo, en las comidas o durante los paseos,
y a pesar que se produzcan ciertos momentos de controversia al respecto del
asunto que se habla, es entrañable observar como las personas resuelven sus
conflictos sin necesidad de ninguna autoridad. Lo que realmente importa es que
uno tiene la posibilidad de aprender, de darse cuenta, de algo de sí mismo.
El dialogo comenzó con la lectura del discurso
de K sobre ´La verdad es una tierra sin caminos´ donde se cuestiona principalmente
las autoridades en forma de organizaciones religiosas o espirituales, así como
a los maestros, gurús o guías espirituales, que con la pretensión de servir de
guía al ser humano hacia su libertad en realidad lo hacen dependiente e
ignorante.
Se cuestionó el mensaje de K que expresa: ´Solo
estoy interesado en una cosa esencial: hacer que el hombre sea libre. Deseo
liberarlo de todas las jaulas, de todos los temores, y no fundar religiones,
nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías y nuevas filosofías………mi único
interés es hacer que los hombres, sean absoluta e incondicionalmente libres´.
Durante el diálogo nos preguntamos hasta qué
punto lo que expresaba K no era una contradicción pues al fin y al cabo él
pretendía, al igual que las organizaciones, liberar al hombre de su
condicionamiento, cuando es el propio hombre quien tiene que liberarse a sí
mismo. Ahí surgió que quizás K lo que sentía era una gran compasión y expresó
su deseo de dedicar su vida por entero a compartir con el ser humano aquello
que él había comprendido y que lo había liberado.
De todo el encuentro, que ha sido muy intenso en
las indagaciones que se han llevado a cabo y que serían largas de exponer, me
gustaría destacar solo algunos aspectos del mismo.
El primero es que se vio como un hecho el poder
pensar juntos, encontrar un espacio inmenso desde donde poder mirar el
condicionamiento sin que este fuera un impedimento para observar.
En la medida que actuamos desde el
condicionamiento todo lo que hagamos será un conflicto y un reflejo de nosotros
mismos, porque nuestra mente está completamente ocupada con sus deseos,
ideales, heridas, imágenes y fantasías. Sin embargo en el encuentro pudimos ver
que no es necesario descondicionarse, o ser perfectos, para encontrar un
espacio en la mente que hace del condicionamiento algo infinitamente pequeño y
que nos permite estar unidos.
En un momento del encuentro se produjo un gran
silencio interior desde el que pudimos dialogar desde una misma mente que es
capaz de meditar sin límites, dejando a un lado todo aquello que nos perturba.
¿Podemos pensar
juntos? ¿Podemos preguntarnos si existe un espacio, más allá del
condicionamiento, donde encontrarnos y poder percibir juntos la totalidad de la
existencia?
Es obvio que el
condicionamiento, nuestros deseos, nuestras preocupaciones y prejuicios nos
limitan hasta tal punto que prácticamente vivimos encerrados en nosotros
mismos, como si no existiera nada más allá de uno mismo.
El condicionamiento
es una parte de nuestra mente, nuestra mente es como un espacio psíquico donde
tienen lugar nuestros impulsos egocéntricos, nuestros pensamientos y
sentimientos, nuestros placeres y nuestros sueños.
¿Podemos sentir ese
espacio de nuestra mente a pesar del condicionamiento? ¿Podemos por un momento
dejar a un lado nuestra ocupación psicológica, nuestras historias, y sentir ese
espacio?
¿Cómo es ese
espacio, qué forma tiene, qué abarca, hasta donde llega, cuál es su naturaleza,
cómo se mueve? Ese espacio es silencio, pero no es un silencio de esos que
tratan de silenciar la mente con un ´vamos a callarnos durante cinco minutos´,
es un silencio que en la medida que se penetra en él, abarca más allá de todo
lo imaginado, es serenidad y calma, es unidad y creación.
Cuando varias
personas se encuentran en ese espacio, entonces pueden pensar juntos, pueden
ser uno con el universo, pueden gozar juntos de la existencia.
Ese espacio es una
mente común, es la mente del universo que está en tu propia mente si lo
permites. Parece que siempre huimos del vacío, de la nada, y no nos damos cuenta
que es en ese espacio abierto donde tiene lugar una cualidad de escucha que no tiene
violencia alguna, que permite la comunicación y que es capaz de meditar.
Es lógico que este tipo de vivencia venga
asociado con cierta experiencia sensorial y que cuando sus efectos pasan
podemos caer en la tentación de intentar repetirla, pero eso sería como
perseguir nuestra propia sombra.
Es hermoso encontrarse con alguien hablando un
mismo idioma con una misma intensidad y con un mismo afecto, sin separación
alguna, y caminar por esta senda que es la vida durante un instante que puede
ser eterno si uno es capaz de sostenerlo.
Otro aspecto que apenas tubo resonancia pero que
yo si quiero darle importancia en este comentario es que: a veces creemos que
necesitamos estar en conflicto, crear controversia, opiniones opuestas, para
dialogar y de esa forma poder apreciar lo que es más acertado, en este sentido
el grupo percibió con claridad que la lucha y el conflicto aparte de crear
confusión y desorden no son necesarios para aprender.
Cuando las personas dialogan basándose en los
hechos que observan, pareciera que es una conversación entre personas que están
de acuerdo pero lo cierto es que esas personas no necesitan estar de acuerdo o
en descuerdo, sino que van poco a poco tanteando y profundizando en un hecho
que cada vez se ve con mayor claridad.
Tratamos el asunto de la relación y vimos que
únicamente la relación existe cuando las personas descubren que comparten algo
en común, bien sea su condicionamiento o su propia naturaleza. En ese sentido
alguien dijo que podemos compartir el pan que nos comemos y otro respondió que
hay una cualidad diferente cuando compartimos el hambre y cuando sentimos que
su hambre es tu propia hambre.
Por último se hizo una observación sobre el
movimiento de la existencia y vimos que todo participa de un continuo
movimiento: las estrellas y sus planetas, las estaciones del año, el día y la
noche, el ir al trabajo y volver a casa, el movimiento de la edad, el
movimiento interno de los deseos, el placer y el sufrimiento, el movimiento de
los conflictos, el movimiento del saber y del no saber, etc.
Nos preguntamos si existía algo que no estuviera
en movimiento y una persona del grupo contestó exponiendo que cuando la mente está
en absoluta calma, serena e inamovible, y a la vez clara, activa y despierta,
existe un no movimiento que tiene la belleza del amor y la cualidad de la
inteligencia. Eso fue algo que algunas personas pudieron vivenciar durante el
encuentro.
También tuve tiempo para caminar por el paseo
marítimo que va desde Las Arenas hasta el puerto viejo. Aunque el tiempo
amenazaba lluvia, lo cierto es que no cayó ni una gota y pude dar un paseo de
dos horas a orillas del mar sin encontrarme con nadie durante kilómetros. En
esos momentos sentí una profunda y hermosa soledad en la que uno forma parte de
todo aquello que es percibido.
Gracias, una vez más, por regalarnos este
encuentro.
Si realmente por naturaleza fuéramos seres solitarios no necesitaríamos relacionarnos con otros seres solitarios, simplemente nos relacionaríamos con nosotros mismos. Sin embargo lo contradictorio es que psicológicamente necesitamos del otro para ser y por otra parte físicamente tratamos de aprovecharnos del otro hasta el punto que no nos importa que el otro muera con tal de sacar beneficio de ello. Esa es nuestra tragedia.
ResponderEliminaresa es mi desgracia que
al maton de la policia no le importa que yo muera ,se acabaria su regodeo y sus burlas y ataques ,lleva tres años agrediendome por internet un autentico maltrato en toda regla ,un mafioso que va por las redes sociales de justiciero con todo el desprecio por la ley ,buscando victimas a las que hacer culpables de algo ,de pederastas de ladronas de asesinas ,para seguir con sus juegos de malvado, la persona mas vil que te puedas imaginar y es policia ,para mi desgracia no puedo visitar ninguna pagina ,ya que esta detras de todas ,con su manipulacion y sus mentiras asquerosas sobre mi ,como que soy una asesina una ladrona o toda la mierda que el sabe que son sucias mentiras ,pero que le funcionan muy bien para que todo el mundo se cree lo mala que soy y que hay que ir a por mi ,las tacticas de los acosadores ,las victimas siempre se lo merecen ,lo tipico del maltrato ,de twiter a blogger y sigue el acoso y seguimiento hacia mi en todas las paginas ,no tengo cuentas de mail privadas porque el mafioso las sabotea todas para reirse de todo lo que le da la gana sin respeto a nada ,niños personas mayores ,tercera denuncia en el juzgado con uno de los mejores equipos de abogados de Bilbao ,me cueste lo que me cueste ,pero este individuo va a dejar de reirse de mi .
Atentamente
Amaya Santocildes ( a mi no me importa decir quuien soy ,no como a los cobardes que lanzan las piedras y esconden las manos )
Estimada Amaya,
EliminarEspero que esa situación que estás pasando se solucione y puedas al menos sentirte libre para disfrutar de las redes sociales o de internet sin tener que exponerte a los acosos de nadie. Es bueno tener fuerza y energia para denunciar las cosas, y a ser posible no huir, porque eso fortalece al agresor.
Un abrazo.