viernes, 1 de marzo de 2013

El egoísmo


Uno está acostumbrado a escuchar que el egoísmo es una de las actitudes más dañinas que existen en los seres humanos, pero pienso que esa idea es cuestionable. Estamos tan encerrados en las palabras que apenas si cuestionamos su significado o la realidad que señalan.

¿A que llamamos egoísmo?

En principio el egoísmo es una actitud de autoprotección y supervivencia que nos permite preservar la vida en cualquier medio hostil. Nadie puede negar que quiere lo mejor para sí mismo, lo contrario sería poco adaptativo y falto de responsabilidad. Y de hecho, con independencia de nuestra expresión moral o ética, nos pasamos toda la vida luchando por lo que creemos mejor para nosotros.

Más bien parece que hay un egoísmo biológico que nos posibilita a tratar de conseguir una estabilidad física y psicológica natural. Una prueba de ello es esa facultad que tiene el cuerpo de estar continuamente sanándose.

La cuestión es cómo se llega a determinar qué es lo mejor para uno mismo.

Cuando aún somos bebés, niños o incluso adolescentes, nuestros padres, tutores, educadores o la propia social con su cultura es la que determina qué es lo mejor para uno mismo. Y cuando ya somos adultos nuestra capacidad de revisar o renovar dicha determinación es casi nula, entre otras cosas porque nuestra conducta o nuestros proyectos de vida ya se han establecido en nuestro cerebro desde hace muchos años.

¿Qué es lo que se ha registrado en nuestros cerebros como lo mejor para uno mismo y que, una vez registrado, nuestro egoísmo biológico va a hacer todo lo posible o imposible para lograrlo a través de la voluntad?

Una de las cosas más curiosas que determinaron nuestros mayores, y la cultura en general, es que por encima del bien común o colectivo tiene prioridad el bien propio o personal, de tal forma que una persona solo buscará el bien común cuando sea un medio para conseguir el bien individual. ¿Tiene esta conducta alguna base biológica que justifique su razón de existir o es simplemente una falsedad inducida por la cultura? ¿Acaso no es más lógico, aparte de moral y éticamente saludable, mantener una actitud de prioridad del bien común sobre el bien individual que en definitiva a largo plazo redundaría en un bien individual con mayor estabilidad? Es evidente que es más lógico y biológico la naturaleza del bien común que la del bien individual, pero entonces ¿Por qué la cultura en la que vivimos se basa en el individualismo?

El individualismo es el culto a la idea de posesión, idea que tiene como consecuencia la creación de un ego imaginario producto de todas las posesiones que ostenta, de tal forma que uno es lo que posee. Uno es sus ideas, su cuenta bancaria, sus propiedades, sus hijos, su país, sus valores y esas ideas prevalecen sobre el bien común y además se nutren del bien común o ajeno.

El individualismo es una invención humana que mantiene al ser humano engañado y esclavo de vivir de una forma corrompida y fragmentada de la realidad. No hay nada malo en el egoísmo, lo que realmente es dañino es el individualismo.

La realidad es que todo y todos estamos en relación y sin la relación nada tiene sentido. No existe nada que no esté en relación. No somos seres individuales sino seres en relación, es decir somos la relación misma y por consiguiente lo que le haces a otro ser te lo haces a ti mismo. No es una cuestión moral sino biológica y factual.

¿Por qué no vemos que somos la relación? ¿Cómo vamos a ver la relación si somos seres posesivos? No es posible ver la relación, ver este mundo maravilloso que está en perfecto orden si somos seres mezquinos custodiando nuestras ilusorias pertenencias. Acaso hay mayor prueba de nuestro engaño que esa realidad de que ´Vinimos a este mundo desnudos y nos iremos desnudos´.

No puedes poseer nada. Cuando tienes la idea de poseer algo o a alguien te estás engañando y ello tiene ciertas consecuencias sobre tu vida que deberías darte cuenta. Tu hijo, tu marido, tu opinión, no es ni tu hijo, ni tu marido ni tu opinión. Cuando tienes un sentimiento de apego o posesión sobre tu hijo lo que estás haciendo es no permitir que ese muchacho se desarrolle libre de dependencias psicológicas y sentimentalismos y a la misma vez te olvidas de ti mismo, todo lo cual va en perjuicio de la relación y si uno fuera realmente egoísta no tendría esa actitud individualista y posesiva de la relación que no hace más que perjudicar.

Es el individualismo el que nos obliga a buscar el placer a través de la comida, de la bebida, de las drogas, del poder, del riesgo, ocasionándonos una gran desdicha y una salud pertrecha.

De la misma forma el individualismo no nos permite cuestionarnos cuando sufrimos, cuando padecemos, cuando estamos deprimidos, cuando nos sentimos solos y lo que solemos hacer es escapar de esas emociones que asimismo son producidos por el propio sentimiento de individualidad.

La individualidad no solo nos mantiene temerosos de perder lo que poseemos sino que nos hace ignorantes y alejados de ese mundo natural que nos dio la vida y que continuamente nos ofrece afecto. La individualidad nos sumerge en una vida artificial y nos separa de nuestra propia naturaleza, si despertáramos ese egoísmo natural que hay en nuestro ser dejaríamos de ser individualistas y aprenderíamos a vivir en relación, porque en definitiva tu eres un reflejo de mi mismo y yo soy un reflejo de ti… no te das cuenta?

Es en la relación donde tiene sentido la vida de una forma total y es donde brota como una fuente natural el amor, la belleza y la inteligencia entre los seres.

Despertemos ese egoísmo natural de encontrar siempre lo mejor para nuestra salud y equilibrio, desechando cualquier idea que nos conduce al deterioro y al desgaste humano….. y hagámoslo juntos.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Lo que es bueno es comprender, entonces compartimos y disfrutamos juntos de un trocito de realidad.

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