miércoles, 27 de julio de 2011

Realidad y Verdad

Realidad y verdad son dos palabras cuyo significado ha sido buscado por el ser humano a través de los tiempos. No sirve de nada creernos lo que otros han dicho si no encontramos por nosotros mismos dicha comprensión.

En este sentido puede ser que el significado de las palabras realidad o verdad que se expresa en esta reflexión no coincida con el significado que otras personas tengan al respecto de estas palabras, en ese caso las palabras dejan de tener importancia y lo importante es lo que tratan de mostrar.

Discutir si una palabra señala a un sitio u a otro es algo infantil, lo importante es si somos capaces de ver o experimentar el sitio que es señalado.

La palabra orgasmo se puede entender de muchas maneras pero si decimos que un orgasmo es el culmen de una excitación sexual y alguna vez hemos sentido dicha experiencia no tendremos problemas en entender el significado de dicha palabra, pero si dicha experiencia no la hemos experimentado difícilmente podemos entenderla.

Cualquier palabra es un símbolo que sirve para representar mentalmente algo que tiene existencia, algo que sucede, algo que podemos sentir, y confundir la palabra con la cosa en sí mismo es un profundo error y por esa razón hay personas que son capaces de entrar en conflicto o lucha, incluso hasta morir, por una palabra de desprecio o de amenaza.

A veces las palabras no intentan representar hechos o aspectos de la existencia sino simplemente ideas o abstracciones de la realidad que normalmente denominamos conceptos como son: nación, frontera, yo, etc.

¿A que llamamos realidad? Si preguntamos a cualquier persona si es capaz de ver o sentir la realidad seguramente todos coincidirán en decir que ellos ven su realidad, que viven su realidad, que sienten su realidad de una forma clara. En ese sentido la realidad es una cuestión mental ya que es una percepción de todas las cosas que nos rodean, incluyéndonos a nosotros mismos y en cualquier aspecto imaginable.

La realidad es todo lo que vemos, todo lo que sentimos, todo lo que pensamos, todo lo que hacemos, como nos comportamos, nuestras luchas, nuestras ideas, nuestras emociones, nuestros conocimientos, nuestros sueños, la lógica matemática, la filosofía, la religión, todo lo que hemos inventado, todo lo que nos queda por inventar, todo lo que imaginamos.

En el contexto de esta reflexión la palabra realidad significa la manera de cómo vemos el mundo. Si para otra persona la palabra realidad significa Dios o el Ser que habita en nuestra alma, eso no se contradice ni entra en conflicto con esta reflexión porque se está señalando sencillamente a dos lugares distintos. Yo utilizo la palabra realidad para mostrar algo que veo y otros utilizan la misma palabra para mostrar algo que ven, sin necesidad de que inventemos otras nuevas palabras que seguramente complicarían aún más la comunicación.

A parte de la realidad como proyección mental también existe la naturaleza, los árboles, los ríos, el viento, las estrellas y el universo, es decir con independencia de nuestra interpretación de las cosas que vemos existen las cosas en sí mismo sin necesidad de nuestra realidad.

La realidad es sinónimo de idea, la cual puede ser cuestionada, sin embargo lo demás o ´lo que es´ es sinónimo de hecho, cosa que es incuestionable.

Las personas podemos tener ideas comunes, parecidas o incluso opuestas. Podemos incluso pensar que nuestras ideas son hechos y que por esa razón son incuestionables, pero todo ello no es más que producto de nuestra realidad personal o de nuestra imaginación.

Los hechos son incuestionables. Uno no puede cuestionar el sol, lo que sí se podemos hacer con respecto al sol, o a cualquier otro hecho, es tratar de verlo u observarlo en mayor profundidad.

Las ideas no pueden verse en profundidad, sencillamente o se ven o no se ven, son meras conclusiones obtenidas en la interpretación de los hechos o transmitidas por condicionamiento de otras personas. Podemos matarnos por ellas si eso es lo que queremos, podemos matar por amor o por odio, podemos suicidarnos por dignidad, pero todo ello no deja de ser matar por algo que no tiene existencia y que es creado por una mente que se ha alejado de los hechos y se mueve en un mundo imaginario, sentimental, que no permite vivir en sintonía con ´lo que es´ y que se mueve hacia la enfermedad y la autodestrucción.

Para ser conscientes de esa naturaleza, de ese inmenso universo que está ahí delante de nuestros ojos para ser gozado de una forma realmente objetiva, es preciso primero comprender esa realidad inventada por la mente y permitir que no interfiera en nuestra percepción de toda esa belleza de la que formamos parte.

La comprensión de la realidad es el encuentro con la verdad, es ver lo falso en aquello que creíamos verdadero y que nos hace comportarnos o sentir de una forma distorsionada con respecto a ´lo que es´ intentando cambiarlo en ´lo que debería ser´.

Si perder a una persona, bien sea porque se muere o porque se ha ido sin más, es un hecho normal en un mundo donde todos sabemos que es impermanente, que las cosas empiezan y terminan, que todo nace y finalmente muere, ¿Por qué nos hace sufrir de una forma poco coherente y desproporcionada? Comprender esa falta de coherencia con los hechos es encontrar la verdad y esa verdad nos hace libres.

El encuentro con la verdad no es solo un mero proceso intelectual donde uno llega a entender su equivocación o su contradicción con respecto a los hechos, sino que en esencia es una observación profunda de la distancia que hay entre nuestra realidad y el universo que hay dentro y fuera de nosotros.

Esa observación profunda es transformadora. La transformación es una consecuencia inherente al hecho de poner luz donde había oscuridad.

Lógicamente una persona que pretende lograr ese estado de luz porque se imagina que en ese estado va a ser plenamente feliz y va a poder hablar con mucha sabiduría y va a tener el poder de curar a los enfermos y todo el mundo lo va a apreciar y a envidiar, lo que está haciendo es reforzar aún más si cabe su propia oscuridad. Con la pretensión de lograr ciertos estados mentales lo que al final ocurre es que conseguimos lo que proyectamos sumergiéndonos aún más en esa realidad que se aleja de ´lo que es´, creyéndonos que sabemos algo y que podemos enseñar a otros.

Creemos que estamos en contacto con la realidad pero lo cierto es que la realidad está dentro de nosotros a modo de invención y que el contacto con nuestro cuerpo o con otros cuerpos se basa en esa invención.

La verdad permite que nuestras invenciones coexistan de forma racional con la existencia.



2 comentarios:

  1. Comprensión de la verdad es sentir lo bueno en lo malo, lo bello en lo feo, la luz en la oscuridad.
    Mil gracias por tus reflexiones, Goyo, desde el momento que iniciaste este blog encuentro respuestas a mis dudas, algunas veces incluso a preguntas que me hago literalmente, como el dia que no pude dormir reflexionando sobre las mentiras y puse en geogle ¿Porqué mentimos? y ahí estaba tu respuesta, tuve la sensación de que la habías escrito para mí. Hay algo mágico por aquí además de Amor a la Verdad.
    Un abrazo

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  2. Gracias Esperanza,

    Lo mágico de los seres humanos es que podemos cuestionarnos aspectos de nuestra vida a modo de reflexiones y llegar a darnos cuenta por nosotros mismos sin necesidad de que nadie nos resuelva la papeleta de comprender por nosotros.

    Nuestros padres intentaron facilitarnos la vida dandonos todo tipo de explicaciones para no caer en las trampas que ellos cayeron, y lo mismo hicieron nuestros maestros, y demás autoridades. Pero lo cierto es que hemos aprendido poco a través de ellos y además nos han mutilado en cierta manera nuestra capacidad de pensar de una forma creativa y nueva.

    Sinceramente creo que cada uno de nosotros puede si lo intenta aprender a pensar o a reflexionar de forma que se despierte la belleza de la comprensión.

    Un abrazo

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