martes, 7 de febrero de 2012

El gran peligro

¿Cuál es el mayor de los peligros para un ser humano?

Nos puede atropellar un coche, podemos morir a manos de nuestro esposo o esposa, puede que nuestra nación se embarque en una guerra y nosotros vayamos a morir a ella.

También podemos morir intoxicados con lo que comemos o podemos morir de cáncer.

Podemos caer enfermos o podemos morir en una operación mientras estamos anestesiados. Nos pueden atracar y maltratarnos hasta morir. Podemos quedarnos sin trabajo y morir de frio en las calles pidiendo limosna.

Hay tantos y tantos peligros que uno se pregunta si existirá algún peligro por encima de los demás al que tengamos que prestar una especial atención por las consecuencias que tenga sobre nosotros.

Esta el peligro de caerse por una escalera y el peligro de atragantarse, el peligro de intoxicarse con la comida y también está el peligro de morir asfixiados por el humo de la chimenea o que nos explote la bombona de gas. Nunca podemos saber donde encontraremos el peligro.

Podemos morir ahogados mientras nadamos en el mar por un corte de digestión o un fallo en el corazón. Está el peligro que secuestren a tus hijos y te vuelvas loco o también puedes volverte loco porque te ha tocado la lotería. Uno nunca sabe donde puede acechar el peligro.

Está el peligro que nos mata y está el peligro que nos hiere, está el peligro que nos pone tristes y está el peligro que nos hace sufrir.

Equivocarnos de carrera y estudiar seis o siete años para después encontrar un trabajo que no nos gusta y vivir toda una vida haciendo algo que nos desagrada es un peligro.

Está el peligro de enamorarte de la persona equivocada y peor aún el peligro de casarte con quien no te ama.

Está el peligro de apuntarte a una cooperativa de viviendas dando tus ahorros y que después el constructor se vaya al Caribe a gastarse el dinero de todos.

Está el peligro de alquilar tu casa y que el inquilino no te pague, que te echen del trabajo o que vuelvas del trabajo a casa y hayan entrado ocupas a los que por ley no puedes echar.

Está el peligro de apostar en bolsa, en fondos garantizados, en letras del tesoro y que después cambien las políticas o los gobiernos y todo nuestro dinero se vaya al garete.

Está el peligro de creer en lo que no existe y haber perdido tanto tiempo diciendo tonterías.

Está el peligro de decir mentiras y acabar creyéndolas de tanto repetirlas.

Está el peligro de ser un egoísta y no relacionarte con nadie salvo para sacar provecho de alguna forma.

Está el peligro de ser un orgulloso y seguir haciéndote daño con tal de no dar tu brazo a torcer o el peligro de caer en la vanidad y creer que eres más que otros o que hayas conseguido algo y que eso no te permita crecer ni darte cuenta de tus errores.

Pero quizás el mayor peligro con diferencia es aquel que tiene sumido al ser humano en una forma de vivir y de relacionarse que tiene consecuencias profundamente dolorosas, que no permite gozar de la vida sino que uno se convierte en un esclavo al servicio de cualquier idea. Ese gran peligro es sin duda alguna la ignorancia.

La ignorancia es esa actitud de creer saber guiados por las ideas, es ese afán de lograr y perseguir aquello que uno desea sin caer en la cuenta que estamos condicionados, que no nos conocemos.

Es por la ignorancia que no nos damos cuenta del daño que nos hacemos personalmente cada uno de nosotros con nuestro propio pensamiento creándonos sentimientos de soledad, de sufrimiento, de temor.

Cuando un ser humano admite que no sabe y vive con arreglo a esa observación su vida se vuelve sencilla, con la capacidad de aprender y vencer un sinfín de peligros, y ni todo el conocimiento del mundo van a hacerle dudar sobre el gran peligro que es la ignorancia, ese conocimiento que está llevando a la humanidad a la desesperación.

4 comentarios:

  1. La ignorancia es osada, cruel, arrogante, irresponsable, violenta, racista, vanidosa, egoista..... es la madre de la falta de respeto y la hermana de la tozudez recalcitrante.

    Es sobre todas las cosas, altamente venenosa.

    Inma

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    1. Hola Inma,

      El problema de la ignorancia es que no sabe lo que ella es.

      Un saludo

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  2. El que no sabe es como el que no ve (refrán popular).
    Andar a ciegas es una gran desgracia, pero una vez admitida la ceguera empezamos a hacer algo para adaptarnos a ella.
    Mil Gracias por compartir tus reflexiones.
    Un abrazo.

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    1. Hola esperanza,

      Cuando vemos nuestra ceguera y la admitimos, entonces empezamos a ver, pero si nos adaptamos a ella entonces ese ver solo ha sido un destello que ha vuelto a la oscuridad.

      Un abrazo

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