martes, 28 de febrero de 2012

El misterio de la vida (4)

La observación nos abre una ventana a la realidad que no tiene límites y miremos donde miremos siempre veremos que hay un orden natural que está impreso en todas las cosas.

El ser humano ha intentado utilizar ese movimiento natural para obtener beneficio y por eso ha desarrollado una gran cantidad de conocimiento con el objeto de utilizar materias primas y producir un sinfín de útiles o herramientas.

Hoy en día sacamos un gran provecho a la tierra de una forma muy eficaz pero también es cierto que producimos una gran cantidad de basura contaminante y que empobrecemos la misma tierra.

Hemos alcanzado un enorme nivel tecnológico en los últimos cien años que nos ha permitido mejorar las condiciones de vida pero no podemos perder de vista el coste que ello ha supuesto y que supondrá.

Todo lo que forzamos a que tenga un orden determinado está destinado a volver a su orden natural y tendrá que pasar el tiempo que sea pero finalmente el orden natural volverá.

Desde un punto de vista personal de alguna forma tratamos de forzar situaciones o relaciones pensando que con ello nuestra vida mejorará pero no somos conscientes que todo aquello que perseguimos y que no está en orden producirá conflicto y siempre volverá a su origen.

En este sentido cuando estamos en desorden, cuando estamos creando o forzando una situación ficticia, ello también tiene su propio orden. Ese desorden tiende a crear situaciones cíclicas o situaciones que se repiten en el tiempo. Es bastante normal ver como pasamos en nuestra vida cotidiana de la desilusión a la ilusión y de la ilusión a la desilusión. En realidad ilusión y desilusión son una misma cosa que nosotros hemos creado identificándonos con una y rechazando la otra.

¿Qué podemos hacer para vivir en consonancia con el orden natural? ¿Cuál es nuestro cometido o cual ha de ser nuestra actitud en ese orden natural?

Es evidente que el orden natural no se basa en el esfuerzo. La diminuta semilla que se desprende de la flor seca y surca el espacio mecida por el viento hasta caer en algún lugar cualquiera esperará a que vengan las lluvias para unirse a la tierra y germinar convirtiéndose de nuevo en una bella flor. El orden natural es un movimiento sin esfuerzo.

Todo lo que ha creado el ser humano es su propio orden. La cultura con su historia y sus guerras, las organizaciones, las naciones, los libros religiosos y filosóficos, las leyes, las ciudades, todo ello es un orden inventado con sumo esfuerzo a través del tiempo que está predestinado a morir.

La observación nos permite ver las consecuencias de nuestras actitudes y de nuestros actos y también nos permite ver el futuro como si se tratara de un momento presente. Podemos evitar esfuerzos y sacrificios si nos damos cuenta de las consecuencias que trae intentar imponer un orden propio, unas ideas personales, en lugar de viajar en ese orden natural que fluye a través de los tiempos sin tiempo alguno.

4 comentarios:

  1. Hola Goyo

    Es innegable que nosotros, aunque lo olvidemos con frecuencia, somos parte de la naturaleza. En ese sentido, me gusta mucho fijarme en ella, considero que es la gran maestra, con su serena e imperturbable actitud, nos muestra mediante el ejemplo, lo que significa fluir. Todo, en ella, se sucede en tiempo y forma perfecta. El florecer de las plantas, la caída de las hojas, el curso de los ríos, el tiempo para la danza del amor.....

    Mi experiencia respecto a la resistencia, ha sido que, fruto de intentar mantener a toda costa, la identidad de mi pequeño "ego" alimentado por sus deseos y temores, hubo un gran desgaste energético físico y psicológico con sus respectivas consecuencias. Todo ello, para terminar, finalmente, comprendiendo que nada que sea falso, se sostiene, solo aquello que esta en consonancia con el orden natural, se mantiene invariable.

    Esta claro que siempre que vivimos situaciones forzadas u ofrecemos resistencia a aquello que ES, solo estamos engendrando más resistencia que traerá más miedo, más desequilibrio, más tensión y momentos, cada vez, más difíciles de superar. Resulta una lucha inutil y desigual "yo frente al Universo" algo así como David y Goliat, una batalla cuyo resultado final está escrito de antemano, no cabe más, que, rendirse a lo que es....

    Por lo tanto, cuando me siento en equilibrio, en paz, con alegría, se que estoy en el momento y lugar adecuado.

    Un abrazo,

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  2. Hola Inma,

    También comparto lo que expresas y me parece que la mejor y mas sana muestra de que estamos en orden es sentirnos sencillamente en paz, alegres de ser y conscientes del movimiento de la vida.

    Rendirse a lo que es no supone tirar la toalla, ni dejarse llevar, sino moverse con el ritmo y al son del viento, volar como las aves, nadar como los peces, y ser tan profundo como el mar, tan lejano como una estrella, tan cercano como tu propio corazón y tan bello como una flor.

    Un abrazo.

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  3. Maravilloso Goyo.

    El observador y lo observado.

    Te dejo un fuerte abrazo.

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    1. Maravillosos son los ojos que son capaces de ver la belleza.

      Habría que empezar dándonos cuenta que no somos tanto el observador, que en realidad el observador es una ficción y percibir que somos mas de lo que creemos lo que observamos, juzgamos, criticamos, admiramos.... Pero cuestionar el observador que creemos ser es como cuestionar o dudar de nosotros mismos y eso nos hace sentir vértigo, miedo a perdernos.

      Un fuerte abrazo.

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